Generaciones en la calle: cómo millennials, boomers y zoomers ven el mundo
De los boomers pausados a los zoomers en su videoclip: un paseo entre generaciones por las calles de Granada.
Queridos lectores,
el otro día Pepe y yo salíamos del metro al mediodía, con ese bullicio típico de una ciudad en hora punta: gente mirando el móvil mientras camina, unos con prisas, otros con calma. Yo, observándolo todo, comenté: "Pepe, ¿te has fijado? Nadie habla ya con nadie. Cada uno va pegado a su pantallita, como si el resto del mundo no existiera."
Pepe, la mira y responde: "Es cierto, pero fíjate bien: los boomers caminan más despacio, mirando los escaparates. Los millennials parecen apurados, como si fueran tarde a alguna reunión. Y los zoomers... bueno, ellos van en su mundo, con los auriculares puestos y revisando las redes sociales. Cada generación tiene su estilo
Pepe, como siempre, no deja de tener razón. Mientras caminábamos, no podía evitar fijarme en lo cierto que era eso de las generaciones. Los boomers, esos que vivieron el auge del destape y las casas con azulejos naranjas, parecen tener todo el tiempo del mundo. Los millennials, que se las dan de productivos, parecen correr contra un reloj que siempre va adelantado. Y los zoomers... bueno, esos van por la calle como si pasearan por un videoclip, en su burbuja tecnológica. Es curioso cómo las formas de andar, de mirar y hasta de estar en el mundo dicen tanto de cada uno, ¿no creen?"
Así que, queridos lectores, aquí me tienen, después de divagar con Pepe y observar al mundo en pleno mediodía. Me he decidido a desentrañar esta sopa de letras generacional: los boomers, los X, los millennials, los Z... y me pregunto, ¿a los próximos, como los llamaremos?
Empezamos con los boomers, esa generación que vio el mundo pasar del blanco y negro al color... ¡y no solo en la tele! Son los maestros del 'cuando yo era joven', capaces de recordar una época donde la leche llegaba en botellas de vidrio y las bicicletas eran un regalo casi sagrado.
Eso sí, no les hables de teletrabajo ni de cambiar la batería del móvil; lo suyo es el trabajo presencial y los cables bien conectados. Pero hay que reconocerles algo: son los que plantaron las bases del mundo moderno, aunque ahora anden un poco desconcertados con tanta modernidad. ¡Ah! Y cuidado con pedirles ayuda con la tecnología... porque primero te van a recordar que 'a su edad ya habían criado dos hijos' antes de aprender lo que es un PDF.
Y luego llegaron los de la Generación X, los hijos del Walkman y las cintas de casete, que tenían que rebobinar con un boli Bic cuando la tecnología les daba guerra.
Esta generación es el puente entre lo analógico y lo digital, los que aprendieron a usar internet cuando todavía sonaba como un modem enfadado. Son prácticos, autosuficientes y con un toque rebelde, pero sin hacer mucho ruido. Fueron los primeros en cuestionar el sistema, aunque todavía con respeto; eso sí, que no les quiten su taza de café ni su espacio personal porque ahí es donde trazan la línea. Y ojo, que dominan el arte de sacar adelante a una familia mientras intentan no perderse en el caos del mundo moderno. Unos auténticos equilibristas.
Esta generación es el puente entre lo analógico y lo digital, los que aprendieron a usar internet cuando todavía sonaba como un modem enfadado. Son prácticos, autosuficientes y con un toque rebelde, pero sin hacer mucho ruido. Fueron los primeros en cuestionar el sistema, aunque todavía con respeto; eso sí, que no les quiten su taza de café ni su espacio personal porque ahí es donde trazan la línea. Y ojo, que dominan el arte de sacar adelante a una familia mientras intentan no perderse en el caos del mundo moderno. Unos auténticos equilibristas.
Ahora, vamos con los millennials: también conocidos como la 'generación de los memes'. Son los expertos en tomar un café en la terraza mientras debaten cómo pagar la próxima factura. Crecieron con Harry Potter, Pokémon y un internet que no daba para TikToks pero sí para chatear en Messenger. Son idealistas, quieren cambiar el mundo, pero a veces se quedan atrapados entre sus sueños y la realidad de los alquileres imposibles. No tienen miedo al cambio y se adaptan rápido, aunque muchos llevan en la mochila el peso de una crisis económica que les pilló justo al empezar a soñar en grande. Si algo les caracteriza es el ingenio: cuando la vida les lanza limones, no solo hacen limonada, también publican la receta en Instagram.
Por último, los zoomers: los reyes y reinas del multitasking. Esta generación nació con una tablet bajo el brazo y la capacidad de manejar redes sociales como si fueran extensiones de sus propios pensamientos. Son inclusivos, activistas y con un ojo crítico hacia todo lo que no encaje con su idea de un mundo mejor.
Eso sí, tienen poca paciencia para los métodos tradicionales, así que no les hables de esperar días para recibir una carta cuando pueden mandar un mensaje de voz en segundos. A veces se les tilda de demasiado dependientes de la tecnología, pero también son los que están impulsando el cambio hacia una sociedad más justa y sostenible. Eso sí, no intentes explicarles lo que era un 'disquete' sin que se les escape una risita.
Eso sí, tienen poca paciencia para los métodos tradicionales, así que no les hables de esperar días para recibir una carta cuando pueden mandar un mensaje de voz en segundos. A veces se les tilda de demasiado dependientes de la tecnología, pero también son los que están impulsando el cambio hacia una sociedad más justa y sostenible. Eso sí, no intentes explicarles lo que era un 'disquete' sin que se les escape una risita.
Y no olvidemos los doomers, una especie de 'hermanos melancólicos' de los zoomers. Son los que miran el mundo con una mezcla de desconfianza y resignación, como si hubieran leído el guion de una película apocalíptica y supieran cómo acaba. A menudo se sienten atrapados en un sistema que ven insostenible y están muy conscientes de temas como el cambio climático, las injusticias sociales y la incertidumbre económica. Pero ojo, no todo es pesimismo: aunque a veces parezcan desencantados, también tienen una sensibilidad profunda y un deseo de cambio real. Muchos encuentran refugio en comunidades online o en la música y el arte, donde expresan esa mezcla de frustración y esperanza que los define. Son como filósofos urbanos, con memes en una mano y una playlist melancólica en la otra.
Así que ahí lo tienen, queridos lectores, un pequeño paseo generacional. ¿Y ustedes, de qué generación se sienten parte?
Vuestra siempre. La Porrúa.
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😂😂 muy buen artículo!! Totalmente de acuerdo
ResponderEliminargracias por tu comentario
EliminarComo siempre nos haces pensar y fijarnos en nuestro entorno
ResponderEliminarAl final, el día a día está lleno de pequeños detalles que cuentan grandes historias. Muchas gracias por tu comentario
EliminarMe gusta eso de parecer que van contra un reloj que siempre va adelantado.
ResponderEliminarLa verdad, tanta tecnología para acabar comiendo en la calle con un taper.
Gracias por tu comentario.
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